No, no son marcianos...

Es cierto. No son extraterrestres llegados desde una lejana galaxia. No son seres que proceden de una dimensión desconocida. No son extraños frikis sacados de un especie de Big Bang Theory aún mas disparatada que la que vemos por la tele. No, son como tú y como yo. Son cristianos. Son un hombre y una mujer que han decidido unir sus vidas poniendo en medio de ellos a Jesucristo. Un matrimonio consciente de que ya no son dos, sino uno solo. Con los pies en la tierra y la mirada en el cielo, que es la forma en que el ser humano gana en estatura.
Su vida cotidiana está salpicada de todas las grandezas y miserias que rodean la vida de cualquiera. Los mismos problemas, las mismas alegrías y los mismos sinsabores... Entonces ¿En qué son distintos?
Os invito a descubrirlo...